Cuidado con el autosabotaje

Cuidado con el autosabotaje

Un consejo para las mujeres que "luchan" cada día por ser reconocidas en su trabajo

Para hacerse valer en el trabajo, las mujeres deben conseguir superar una barrera de prejuicios, imposiciones, normas y creencias. A menudo hablo con mujeres que han alcanzado logros en el trabajo pero que no sienten que se reconozca la gran labor que han realizado porque, por ejemplo, no han conseguido de la misma manera formar su propia familia. Este es el primer gran sabotaje: al no tener una familia, o por haberme separado, entonces lo echo todo a perder, y ya ni siquiera creo en mí como profesional, como si ambas cosas fueran lo mismo y un “fracaso sentimantal” marcara toda tu vida para siempre. Debemos aprender a emanciparnos y dejar de ver nuestras características como limitaciones. El autosabotaje también se produce cuando aceptamos la norma escrita de que los hombres están mejor pagados o que son más "aptos" para puestos ejecutivos.

Saboteamos nuestra carrera cuando, por miedo a herir a un hijo o a un familiar, no pedimos ayuda, y penalizamos el trabajo para estar presentes en la familia, subestimando luego el mal humor resultante que contamina las relaciones. Entonces, ¿qué debemos hacer? En muchos casos es mejor pedir ayuda, hacer lo que hay que hacer por el trabajo, y luego poder dedicarse a los hijos y a la familia con la dedicación y el espíritu adecuados.

Saboteamos nuestras carreras cuando no hacemos oír nuestra voz, cuando no defendemos lo que creemos, cuando nos sometemos a reglas inaceptables dictadas por otros.

Nos saboteamos a nosotras mismas cuando nos olvidamos de nuestros puntos fuertes, de nuestros talentos distintivos e simplemente imitamos a los hombres, perdiendo de vista el poder de lo femenino en el trabajo y en la sociedad.

Saboteamos nuestras carreras cuando vivimos el estereotipo de mujer y no lo que realmente somos, cuando para salir adelante aceptamos propuestas inaceptables o nos ajustamos a normas que no nos corresponden.

Siempre tenemos la oportunidad de desarrollar la conciencia sobre quiénes somos y qué queremos conseguir, sobre qué relaciones nos gustan y cuáles no. Hace poco, en Eifis Editore publicamos el libro "Chicas que no se rinden", de Chelsea Clinton, precisamente para recordar a las jóvenes lo importante que es no renunciar nunca a tus objetivos, a tus sueños, a tus ambiciones, aunque todo el mundo te diga que nunca lo conseguirás.